lunes, 7 de abril de 2014

Eurística

No puedo medir tus años.
Lo que has vivido me pierde
en las huellas de tus pasos
y no hay forma de que llene
con mi vida nuestra vida.
No puedo contra tu edad,
se me pierden tus instantes
en las sendas de tu andar.
No quiero seguirte siempre
como un viejo excavador
que busca bajo las almas
ruinas, restos de un amor.
No volveré a recorrerte
para dibujar tu mapa,
no extraeré más sangre
para averiguar tu raza,
ya no exploraré tus ríos
ni describiré tu fauna.
No haré de vos una ciencia
tan clara, más que tus aguas.
Pero un día, sin buscarte,
como llanura extendida
te descubrirán mis ojos,

incontenible, infinita.