∞ Peso umbrío de los pecados,
pesadumbre, noche y eternidad.
∞Bebiendo la luna a chorros hoy se me
ha nublado la sed.
∞Ver y no ver, sentir y no sentir,
todo es uno, todo una condena.
∞Usaste de la vida. Abusaste de ti. Te
recostaste entre llamas, amaneciste hecho cenizas.
∞El alcohol y la resaca no son más que
una cuestión de interpretación.
∞¿Y dónde está mi condena? ¿Es que
acaso no he vivido?
∞No habrán súplicas cuando se acerque
la muerte. Ella te conoce y sabe de tus noches.
∞Unidos en el pecado y condena, somos
dos demonios, a Dios gracias, olvidados.
∞Dios vio cómo la pareja avergonzada
tapaba sus cuerpos y entonces supo que también él estaba desnudo.
∞Compartimos otra copa, fue ésa, la de
la última vez.
∞En Italia hasta el pecado se ejerce
con arte.
∞Mis dados no tienen números, sólo
voluntades contrarias.
∞Las llaves sobre la mesa. Mi mano
sobre el apoyabrazos. Y siempre sobre mis ojos esos ojos del cuadro de la
culpa.
∞Los amantes confundían el placer con
la condena y el ruido de las cadenas eran claros orgasmos.
∞Pasión por todo, Fausto, llamas,
libros, años. Todo en tu alma sin arrepentimiento.
∞La música se tejía a su alrededor
dándole un mundo que a la vez lo ardía y lo distraía de sí mismo.
∞Sangre derramada en tus ojos. Rojo,
verde, negro. Como la suerte de la ruleta.
∞Los metales infernales decantaron en
Leteo como años, como ideas, como versos, o un remordimiento.
∞Acumulaste dinero y ya lo tienes
todo. Es una lástima que no puedas ya ni vender tu vida.
∞Y todos los martes la fiel rutina de
levantarse, perdonarse y morir antes del anochecer.
∞Desde aquí se ve toda tu vida pecar
imperiosa. Si por un instante supieras quién eres no te llorarían las lágrimas.
∞Los rumores ronronean tus noches
insomnes. La luna te recuerda con sus noches de rojos eclipses y sombras
espejo.
∞Tanto envanecimiento en mis pecados y
ninguno alcanza a condenarme de veras.
∞La vida como una sucesión de caídas y
vueltas al barro de la culpa. La vida como repetición, imagen y metáfora de
Satanás.
∞Yo ya no distraigo mis pensamientos.
Ellos me llevan de la mano. Son los grillos que me atan a la prisión de la
creación.
∞No te siento por las noches. No te
siento cuando sangras. No te siento cuando rezas. No te siento.
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