lunes, 10 de noviembre de 2014

No es admirable


No es admirable,
tampoco es tu palabra,
tu rencor o tu perdón.
No es desconocido,
es sólo un ritmo
que la noche prescribió.
Y allí quedó
como estrellita sola
como brillo caído
de la pupila de Dios.
No quiero que suene vano,
no intento que sea útil,
no me interesa que refleje hermosura,
no quiero reducirlo a canto
o moraleja.
No es nada que importe
ni siquiera que desagrade.
No miro los tiempos
ni soy la mirada.
No es esta tarde de invierno.
No quiero que sea nada,
no es jazz ni la tarde tucumana.
No suena a tu voz,
no quisiera esa calma,
no es nada de eso,
un ritmo que cae

y me cae en su rodada.

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