Con unos ojos me vine,
con otros ojos me voy,
en tus palabras me escucho,
desde tus manos me doy.
Me confundí con tu abrazo
y ya no sé ni quién soy,
a veces corro en el viento,
a veces brillo en el sol;
si hasta miro desde el cielo
que es la retina de
Dios.
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