Yo
no lo quiero pensar,
hay
demasiadas posibilidades
enmudecidas
y sembradas ya sin tiempo.
¿Y
qué rezo pronunciar,
qué
límite?
Disparados
como sombras
de
atardeceres sepulcrados
blanqueados
y pisados.
Yo
no lo quiero pensar.
He
recorrido tantas veces esta historia
que
ya he olvidado cómo
desde
cuándo o dónde
y
un sereno para qué.
Yo
no lo quiero pensar.
Me
sudan sospechas
de
todos los cuerpos
y
renuncio a los lugares que nacieron contigo.
Yo
no lo quiero pensar
y
queda sola mía la sombra
con
este cuerpo
que
no lo quiero pensar.
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