Canto al dolor que me sobra,
al cigarrillo y al licor
que un día te devolvió,
canto a tu sombra entre sombras
y al curda que me escuchó.
Canto con tristeza llena
de recuerdos de tu voz,
memoria es decepción;
cuando me sobra esta pena
me sobra todo de vos.
Y en tu arrimo sos profunda,
recuerdo devorador,
profundo mar de un adiós.
La tarde última de tus años
rasguñando una ilusión.
Yo no sé si sos mujer
y no sé si sos un tango
o si pierdo lo que valgo
siempre que sangro el ayer,
siempre que vuelvo a perder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario